martes, 9 de febrero de 2010

Otro día

- Pero él no la ama, lo sé.
Su voz estaba cargada de angustia y desilusión.
- Saber no te servirá de nada, no esta vez. Te enfrentas a algo que claramente desconoces; incluso a mi me cuesta trabajo comprenderlo del todo.
No había arrogancia u orgullo en sus palabras, simplemente estaba declarando un hecho, por tanto no había espacio para replicas.

- Es a mi a quien quiere, y yo le quiero a él. Es conmigo con quien debería estar ¿Acaso no se da cuenta? - dijo ella mientras asomaban las primeras lágrimas luego de luchar por contenerlas.
- Lo sabe perfectamente, al igual que yo. Pero eso no cambia las cosas; él sigue siendo un extraño para ti. Sigues sin conocerle.

- ¡No! - la respuesta sonó más a súplica que a negativa - ¿Por qué dices eso?
- Si le conocieras la mitad de bien que le conozco yo sabrías que en ocasiones hace lo que quiere, pero que siempre hace lo que debe.

La charla acabo con un sollozo llenando el aire y perdiéndose en el amplio parque. Ella caminaba sin rumbo, ahogada en su pena y comenzando a aceptar su penosa situación.

Mañana sería otro día.

 

Cap. Gado
F.G. 20100902