jueves, 11 de diciembre de 2008

El último Beso

-¿Un simple besito?- dijo con el rostro ruborizado por una ira contenida y en aumento. -¿Cómo te atreviste?!- dijo alzando la voz, sin importarle las personas que por ahí pasaban distraidas en sus asuntos, pero siempre con tiempo libre para prestar atención a alguna discución ajena.

-Sí, nada más que un besito. Un pequeño roce de labios y sería todo- dijo en tono sumiso y tembloroso. Sus manos sudaban y sentía un gran peso sobre los hombros que le hacía encorvar la espalda.

Sabía muy bien el error que había cometido. Llevar a su cama a la mejor de sus amigas no era el "pequeño roce de labios" que afirmaba, y aunque el dijera la verdad sobre lo acontecido ella no le creería, sobretodo porque la "amiga" lo había delatado.

<< -¡Hazme el amor otra vez!- había dicho ella, con palabras apasionadas y respiración agitada.
-No podemos seguir con ésto
-¿Ahora te viene el cargo de conciencia? Después de 2 años. ¿Ya olvidaste que por mí la conociste? Y de no ser por mi, ella estaría con otro y tu estarías lejos de aqui. Lo hice para mantenerte cerca, porque no puedo vivir sin tí.
-¡¿Por qué te sigo buscando?!- gritó, mas para si mismo que para ella.
-Porque también me amas. >>

Lo estaba pagando caro. Lo que no sabía es que el costo seguiría subiendo.

-¡Ya no quiero verte más!- dijo con un todo altivo, ocultando lo mejor que podía su pena y rabia. 

Él no respondió, solo podía mirarla y saborear la amargura de su culpa. Observó como ella, levantandose de la banca que contenía la tormenta, comenzaba a caminar con paso decidido. Mientras se alejaba, venian a su mente imagenes de lo vivido con ella.

Tarde fué cuando realmente se dió cuenta cuanto amaba.

-¡TE AMO!- gritó cuando ella cruzaba la calle, descuidada y con la vista nublada por las lagrimas que le impedían ver claramente que el fin de todo ese dolor y angustia venia a exceso de velocidad y bajo los efectos del alcohol. 

Sonrió levemente cuando el dolor de su corazón fué anulado por la fuerza del impacto y su cuerpo voló por los aires. Vió como el tiempo se detenía, recordó sus travesuras de niña, de cuanto le gustaban las aves, y del joven que su mejor amiga le había presentado. Ya no tenía nada de que preocuparse.


Cap. Gado
F.G. 20081112

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Lazos

Me he preguntado cómo es, en más de una ocación. Aún no llama mi atención completaminte, pero lo coincidero una meta en mi vida, como la mayoría. Hoy el homenaje va dirigido a dos personas que deciden recorrer su camino juntos, creando lazos que unen creencias, ideas, personas y corazones.

Una de estas personas ha estado en mi vida desde siempre. Le coincidero uno de mis buenos amigos; y aunque hemos compartido mucho tiempo, aún le estoy conociendo. La otra persona es quien, desde mi punto de vista, llega para unirse a nosotros y a nuestra familia; poco tiempo he compartido con ella, pero su cariño se siente.

Mi tío Víctor y mi (nueva) tía Magaly unen sus vidas en matrimonio; unen sus vidas para recorrer juntos el camino; unen nuestras dos familias, para formar una sola familia aún más grande.

Entre las cualidades de mi nueva tía, lo siguiente es de su factoría. Que el resto del universo atienda.

<< Un divertido e inesperado encuentro
Me miraste, nos miramos
Parece que ya nos conocíamos
Estábamos tan cerca.

Desde entonces, estas en mi
En mi pensamiento
En mi corazón
En mi vida.

Te llamo con el pensamiento
Compartes mis sueños
Y anhelos
Desde hace tanto tiempo.

Hoy por fin juntos…
Queremos estar así por siempre
Unir nuestras vidas ante Dios
Familia y amigos.
>>


Cap. Gado
F.G. 20080511

viernes, 31 de octubre de 2008

I Chapter

El brillo rojo anaranjado reflejado en sus ojos calaba en mi memoria y me transportaba al lejano pasado.

Aquel día hubo mucha neblina, el aire estaba cargado de humedad, una fría y penetrante humedad que podría haber sentido hasta en mis huesos. El cielo cubierto de nubes manchadas de un tono rojo anaranjado disipaba la oscuridad en reemplazo de una luna ausente. Era bastante grande para ser considerada una simple casa, pero no era lo suficiente para ser una mansión. Con mucho esfuerzo mis abuelos, y después mis padres trabajaron para terminar de construir aquel lugar al que por poco tiempo llamé hogar.

Aquella noche está grabada con fuego en mi memoria, como las inscripciones grabadas en mi espada. Recuerdo muy bien aquella inscripción, también fue grabada con fuego en mi mente. Factum ut êventum. Hacemos que pase.

Nunca se supo la forma en que comenzó el fuego, pero bastaron unas horas para que destruyera todo, incluida parte de mi familia, como mis hermanas pequeñas y mi abuela, que no tuvieron la menor oportunidad ante el abrazo aterrador de las llamaradas que brotaban por todos lados, como queriendo huir de aquel lugar. Se decía que solo el fuego del infierno causaba esa clase de destrucción, lo cual para la gente del pueblo parecía tener sentido dado que tanto mi abuela como mi madre practicaban medicina espiritual; así la llamaban ellas. Para algunas personas eran simples brujas que debían ser castigadas. Y eso pasó. Algunas personas aseguraban haber visto demonios rondar la casa antes de aquel monstruoso incendio.

Desde entonces las cosas no han cambiado mucho. Solo la forma de algunas de ellas, el fondo sigue siendo básicamente igual. El animal más grande se come al más pequeño. El más fuerte derrota al más débil. El más apto sobrevive y el inepto perece. Hasta ahora he sobrevivido sin grandes dificultades, hasta ha sido fácil en ocasiones.

Provengo de una familia poco numerosa, humilde y sacrificada, pero que ha sido recompensada por su trabajo. Mi abuelo era dueño de algunas fincas, a las cuales accedió mediante su propio sacrificio; muchos años después entendí que era en sentido literal. Mi abuela era hija de un banquero, y desposó a mi abuelo cuando éste alcanzó un alto status social debido a los bienes raíces que poseía y comercializaba.

La historia con mi padre no varía mucho. Él recibió todos los bienes de mi abuelo después de su muerte. Un trágico accidente. Inexplicable. Pronto mi padre fue un respetado hombre, en sociedad tenía su fama de libertino, pero nunca fue visto en nada. Mi amada madre era la única hija de una pequeña y pero bastante acomodada familia. Su matrimonio con mi padre fue forzado, dado que mi abuelo materno descubrió a mi padre quitando la honra de mi madre, y no precisamente con la aprobación de ella. Pocos meses pasaron desde aquel evento, que precedió el fallecimiento de mis abuelos maternos, también por causas no esclarecidas.

Mi familia se volvió más rica e influyente, y del evento que gatilló la unión de mis padres provengo yo. Mi padre nunca me quiso, y nunca me importó realmente. Tenía todo lo que un niño pueda desear, y más. Mi madre me amaba muchísimo, con frecuencia me decía que yo era lo único bueno que mi padre le había dado. Recuerdo ese brillo cristalino en sus ojos cuando sus recuerdos afloraban.

En un parpadeo pasaron varios años, y mi padre pagaba a un profesor privado que me enseñara. Y pese a la negativa de mi madre, mi mentor vivía en nuestra casa. Aprendí sobre economía, política, música y matemáticas. Aprendí literatura y un par de idiomas. Aprendí a montar a caballo como los príncipes del no tan lejano pasado; la esgrima como deporte y defensa, a tirar con arco y algunas sutilezas con dagas. Aprendí sobre el mundo, viajé con mi mentor durante varios años y me vi en el principio de ser el hombre que quería ser.

Tenía muchos planes, muchas ideas; sarcástica es la vida, y cruel en ocasiones. Conmigo lo fue en más de una oportunidad. Durante mi viaje de educación mi madre enfermó, me escribió; más mi padre nunca permitió que se enviara una sola carta. Hasta el día de hoy le odio por aquello. No dejarme saber que mi madre, mi amada madre estaba muriendo en mi ausencia.

A pesar de llevar un par de meses muerta, hice celebrar un segundo funeral. Era mi derecho como primogénito y único hijo.

Después de las palabras del sacerdote; que con voz apagada e informe, como cansado de repetir siempre lo mismo, como aburrido de interpretar siempre el mismo papel; se retiró, y quedé solo frente a la tumba de mi madre, sumido en amargura y tristeza. Parecía una buena idea abandonar todo, privar a mi padre de su heredero y sucesor.

-En tu lugar no haría eso, muchacho.- sonó un susurro, traído por el viento de aquel anochecer de otoño. Al principio creí que eran mis pensamientos, que contra todo lo esperable, en el fondo apreciaba a mi padre. Luego de un instante; tenso y silencioso; oí las pisadas de alguien más. A mis espaldas.

Me volví, con lentitud a causa de mi estado anímico, pero mi corazón aceleraba su paso, como si pudiera mirar el futuro y saber lo que me esperaba.

-¿Quién es usted? ¿Cómo osa irrumpir en propiedad privada?- pregunté utilizando todo el enfado que pude poner en mis palabras; las que chocaron contra un muro impenetrable, como gotas de agua contra roca solida.

-Vengo a daros mis condolencias.- resonó la grave respuesta, como un sonido proveniente de todas direcciones.

Me sorprendí por la estampa de aquel hombre. Alto, de largos y oscuros cabellos, de rostro pálido y orgulloso como esculpido en mármol blanco por algún artista; de ojos siniestros y brillantes con una penetrante mirada, que incomodaría incluso a un muro de roca sólida. Iba vestido con un traje como hecho a su medida de tejidos opacos y brillantes, con una negra y larga capa, con símbolos bordados en un costado con hilos escarlata brillantes. Llamativos y siniestros. En sus manos enguantadas, sostenía un bastón de madera oscura, pulido y finamente tallado.

-¿Sus condolencias?- pregunté en tono irritado, y repetí con gravedad. -¿Quién es usted?

Mi corazón latía veloz. Algo me incomodaba de ésa situación pero no sabía que era.

-Soy Anton Valvert. Tu madre trabajó para mí.

***


Cap. Gado
F.G. 20083110

viernes, 24 de octubre de 2008

Y es el Fin?

Dos gotas de amargura compiten por llegar lejos.

Huyen de los ojos de los cuales nacieron.
Huyen del temor que las engendró.

Su rostro refleja pena y dolor. Duda y temor. Nunca antes tubo que morder su lengua para evitar decir algo, y ahora por más que intentaba, las palabras no salian de su boca. Sus ojos enrojecidos, como un atardecer de primavera con escazas nuves, solo reflejaban la impotencia en la cual estaba sumida.

Buscaba consuelo en las miradas de aquellos que contemplaban tan digno y triste espectaculo, pero aquellas suplicas silenciosas golpeaban cual gota de lluvia sobre un tejado, deslizandose irremediablemente hasta el piso.

Y cuando su mirada se posó en mi, ya sin esperanza de encontrar ayuda ni esperanza de seguir con aquello, leí sus intenciones; y en un arranque de angustia, besó los labios que minutos antes la azotaran tan cruelmente con palabras que indicaban un final abrupto e inentendible.

Su última carta, jugada en un momento desesperado... le compró algo de tiempo. Suficiente para llegar a casa, y sufrir su pena y abandono, en la soledad de su habitación.


Cap. Gado
F.G. 20082410

miércoles, 15 de octubre de 2008

Heroísmo

- tu dedo tiembla - dijo con voz apagada y sin mostrar el menor temor.
- ¡he dicho que cierres la boca! o el siguiente agujero no será en tu pierna. - y apuntó el arma hacia la cabeza del que yacía tendido, con una herida de bala en su pierna izquierda.

El proyectil pasó limpio por el muslo, no perforó el hueso, ni cortó tendones o arterias; a pesar del alto calibre del arma que ahora amenazaba destrozar su rostro con una temible y diabolica sonrisa reflejada en el costado del cañón y el compenzador. Era su sonrisa.

Cerró los ojos por unos segundos. Pensó en su mujer.
Cuanto te amo. Eres como salida de un concurso de belleza. Aún me pregunto que viste en mí.
Pensó en su pequeña hija.
Mi vida, eres mi vida.
Pensó en sus padres, y sus amigos. Recordó los años de escuela, y su carrera. Inspiró profundamente y asintió para sus adentros.

- ¡tu dedo tiembla! - dijo abriendo los ojos y alzando la voz, mirando directamente a los de aquel que tenia el control de su vida a la distancia y tiempo del gatillo de su Desert.
- ¡QUE TE CALLES! - le gritó con furia y desesperación, alzando el arma para golpear su rostro con la base de ésta.

En una situación como ésta, ese golpe tardaría solo un par de segundos en romper la nariz de quien lo recibiera. Pero con una agilidad felina se incorporó, aplacando todo el dolor que significaba la herida en su pierna, y embistió al agresor al tiempo que propinaba un puñetazo en su barbilla, suficientemente fuerte para dejarlo aturdido de un solo golpe.

Ya estoy muy viejo para éstas cosas. El proximo mes presento mi jubilación. Ya está bueno de jugar al heroe. Los del banco entenderán, además, hay otros guardias más jovenes que yo...


Cap. Gado
F.G. 20081510

lunes, 29 de septiembre de 2008

Recuerdo?

Deambulo por las bodegas de mi nave, la mayoría de la tripulación duerme a estas horas, y solo la guardia de turno opera ésta chatarra. Se siente un sonido ahogado por el vacío del espacio, el zumbido de los motores.

En uno de los contenedores, separado del resto para la ocasión, encontré algo que pensé haber dejado atrás. Me sorprendí un poco al leerlo, no por lo que dice. Lo escribió alguien para mí, hace bastante tiempo.

Que el resto del espacio sepa de su existencia.

<< La cacería ha terminado.

Requerdas lo sucedido?
Te cuestionas cómo empezó, te cuestionas cómo terminó.

Un grito en silencio llama urgente, al vacío.

La fiera se ha dormido. El humano la ha dormido...
pero no por mucho
>>


Cap. Gado
F.G. 20082909

martes, 23 de septiembre de 2008

La Oscura Linea

Y terminados los preparativos, despegamos desde Malakor V (un lugar no muy agradable y menos para vacacionar), y espero no regresar ahí tan pronto.

Nuestras coordenadas son para D'Xun, y durante el viaje comenzaré a publicar una historia bastante más extensa que los cuentos, separada por capítulos e inscrita en mi memoria con su propio nombre.


Cap. Gado
F.G. 20082309

martes, 16 de septiembre de 2008

Entre Lineas

Hoy recibí mi tan anhelada 'Primera Misión' en solitario. Soy espía.

Fueron largos años de duro entrenamiento en la academia imperial, y nos entrenaban para la peor de todas las guerras. Pertenezco a un grupo reducido, que oficialmente no existe.

Mi primer día en el campo de batalla no resultó como esperaba, suele ser de esa forma. Asesiné a mi maestro. Las cosas se complicaron, y las ordenes hay que cumplirlas. Para eso nos entrenaron.

Recibí una felicitación por el éxito de aquella misión, acompañada de un ascenso. Pero eso no logró dispersar mi remordimiento. Era mi padre.

Viviendo entre la línea enemiga y la nuestra, aprendí a no confiar en nadie. Mi padre intentó asesinarme, era su misión. Tenía un objetivo claro, quería ser el mejor y demostrarle a todos que lo sería.

Después de mucho trabajar y cumplir, me permitieron trabajar solo. Mi misión era sobrevivir, y la cumplí.

Hoy recibí mi tan anhelada 'Primera Misión' en solitario. Y mi objetivo es sobrevivir. No pretendo fallar.


Cap. Gado
F.G. 20081609

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Q.D.E.P.

El pasado Domingo falleció un hombre. No le conocí en persona, ni siquiera sé su nombre.

Falleció al igual que otra gente, el mismo día. Y al igual que mucha gente que falleció ayer u hoy. Este hombre tenía familia, como la gran mayoría. Deja atras una herida profunda que dificilmente cicatrizará pronto. Deja tras de si un legado.

Desenfundo mi espada y lanzo una plegaria por el descanso del Padre de un buen Amigo. Mis condolencias a ti y tu familia mi viejo cuate.


Cap. Gado
F.G. 20081009

lunes, 8 de septiembre de 2008

La Homenajeada

Hace mucho tiempo, una chica me mostró parte de su trabajo y fuí un descuidado al no guardarlo todo.

Ella me dijo una vez: "cuando alguien lee lo que escribes es como si te escucharan". Esto va en honor a ella. Escuchenla.

<< El tiempo nos traspaso a nosotros
Nos convertimos en cristales
Cuidamos de cubrir nuestros pasos
Y ya no reconocemos nuestras propias huellas

El tiempo nos dio la mano
Quiso que un instante
Fuera siempre eterno
Para volver ahí a encontrarnos

Mas ningún lugar fue de nosotros.
En todos los tiempos
Y no encontramos refugio
Ni siquiera un pétalo
Cubrió las nostalgias de las caricias

Los caminos, los arboles, las estrellas
Son de todos
Nunca escogimos uno
Ahora ya están pintados
Por la mano de la esperanza
Que muere
Haciéndose de cristal. >>


Cap. Gado
F.G. 20080809

El Homenaje

Mientras sigo vagando por el interminable universo que supone son los bits, en busqueda de aquello que en su momento reflejaban algunos trazos de mis pensamientos y puntos de vista, decidí honrar a una escritora y amiga, de la cual conservo un grato recuerdo, un especial cariño y tan solo 1 escrito.

Sus palabras hablan de tristeza... la comprendo.


Cap. Gado
F.G. 20080809

jueves, 4 de septiembre de 2008

Vendetta

...fria estaba la noche cuando a lo lejos los pasos resonaban, el aire estaba humedo y cargado de resentimiento. En el piso, en un charco de agua miraba mi reflejo y solo era un recuerdo de lo que fue. Como gotas de lluvia, veía tus lagrimas caer lentamente al compas... de mi Colt .45

Era casi media noche y la luz de tus ojos me decia lo contrario, la respiracion agitada bajo el llanto y el tinte carmesí en la ropa eran cosa del pasado, el olor a azufre era parte de la mezcla que envenenaba mi mente. Miraba mi reflejo en el charco de agua y no era yo.

Sentia tus dulces y calidos labios sobre los mios pero permanecía ese amargo sabor de la muerte, la explosion causada por cada gota de lluvia, que chocaba en la ventana, era el metronomo de esta balada. Aprendi a bailarla muy bien y con los años eran movimientos instintivos, a tal punto que aquello que me rodeaba era solo la pista de baile. Salí de la habitacion con mis manos manchadas del clamor de muchos, mas solo tus lagrimas dolian realmente.

Miraba mi reflejo en el charco y era la cara del final; mi Colt .45 sonreia bajo mi abrigo esperando el momento oportuno de gritar. Grito el cual quebró la tranquilidad de la noche y dio fin a un ciclo que comenzara tantos años atras. Tu escencia vital fluia a traves de tus labios y el amargo sabor de la despedida estaba ya en mi alma.

¿Qué otra cosa podia hacer sino? Solo mi Colt .45 comprendia realmente la gravedad del asunto. Triste es ver a quien está tan llena de vida, marchitarse como una flor en tan solo un parpadeo. Y porque tu descanso es mi deber, aquellos que osaron adelantar tu viaje a la eterna felicidad gozarán de plena facultad para tapar la noche de sus mas intimos y vicerales temores. Cuando ellos, huyendo, vean sus rostros reflejados en un charco de agua lo que verán sera el reflejo de la luz de tus ojos...
y mi Colt.


Cap. Gado
F.G. 20080309

lunes, 1 de septiembre de 2008

Primer vistaso

Y después de varios años, y de mucho meditarlo, decidí darle cuerpo y tiempo a un proyecto viejisimo que tengo en mente desde que aprendí a leer...

Por lo pronto recopilaré mis notas y escritos, los ordenaré y el viaje comenzará.

Cap. Gado
F.G. 20080109