He hecho cosas cuestionables, realmente cuestionables.
Me arrepiento de la mayoría de las cosas que logro recordar, y también de algunas que no recuerdo.
Hace tiempo pienso que hay ocaciones en las cuales para hacer algo bueno, hay que hacer algo malo; suena contradictorio, lo sé, pero no lo es tanto si lo pensamos un poco.
Si tu hijo comete una travesura, debes enseñarle que es adecuado y que no lo es; y con la enseñanza debe ir una restricción “lo haces otra vez y tendré que castigarte, porque ya sabes que no debes hacerlo”. Si lo hace otra vez, con el dolor de mi corazón tengo que castigarlo, no puedo decir una cosa y luego hacer otra. Los niños son demaciado inteligentes y se dan cuenta de eso.
Eso pasa en todo orden de cosas; y en esta ocación eres tú a quien debo castigar.
Probablemente no entiendas mis motivaciones; pocos lo hacen en verdad.
Probablemente no compartas mi punto de vista; como la mayoría que ve solo con sus propios ojos.
Probablemente no estes de acuerdo con mi actuar; no serás la primera ni última persona en esa situación.
Y probablemente creas, sientas, pienses y digas que estoy haciendo mal… y así es; para conseguir un bien mayor. Ya sabes que no me detendré; haré lo que deba; y haré que pase.
Cap.Gado
F.G. 20091909