domingo, 28 de agosto de 2011

FIN

// Y suena You.

... y la Radio no me da tregua. Siguen sonando aquellas canciones que en otra época eran de mi total agrado y me ayudaban a pensarte.

Hoy? la situación no cambia tanto. Me siguen agradando, musicalmente hablando. Pero me hacen pensarte. Antes no podía evitar cantar; hoy me anudan la garganta y no puedo pronunciar palabra.

Recuerdo haber puesto tu mano sobre mi pecho y decir: "Siente mi corazón... es por ti"

// Y suena I wanna hold your hand.

Recuerdo haber tomado tus manos entre las mías, mirado tus ojos y dicho: "Quiero sujetar tus manos"

...tus manos, que con sus caricias iniciaron lo que cambió nuestras vidas. Nuestra manera de ver y avanzar. Nuestro sentir y nuestro pensar. Nuestro amor.

Tus manos que tantas caricias temerosas, amorosas y cándidas me brindaron. Que se aferraban a las mías cuando el frio escarchaba la hierba. Que colmaban de amor aquellos platos...

... las mismas que ayer me sujetaban de forma instintiva, pero imposibilitadas para detener mi partida.

// y suena Texas Flood.

Con tus ojos llenos; inundados, como solía él cantarnos; me veías partir. Y yo, el camino nebuloso.

Y cuando nuestro amor fue; y bailó al compás con las olas, lluvia, sol, viento, noche, nieve. Y caricias que besaste. Y besos que acariciaste.

Caminé contra toda mi voluntad, anhelando tus manos otra vez.

// y suena Last Kiss.

La pena de tu voz sigue doliendo. Seguirá por mucho más, sin duda. Debía detener esto, pero era tarde. Tu último beso me supo a miel, mezclado con una tristeza amarga e irrenunciable. Era la mía.

// nada más suena.

no quiero seguir escuchando. Quiero no pensarte más.
Salir de esto.
Avanzar.


- ¿Y si cambio de parecer? – dijiste.

- Vuelve a mí - quise gritar, con el rostro iluminado de una esperanza vacía, sin vida.
- Te estaré esperando - quise gritar, con la garganta atada de dolor.

- ¿Por qué no cambias ahora? - me pregunté... lleno de dudas y temores.

- No cambiarás - concluí al Final. No cambiarás porque no quieres hacerlo. No porque no me ames, sino porque no quieres cambiar.

Te amo. Pero no sirvió.
Te amo. Pero no fue suficiente.
Te amo. y duele.

Duele cada instante. Dolerá; y dolerá.

Pero llegará a su Fin.


Cap.Gado
F.G. 20112808

lunes, 1 de agosto de 2011

24

¿Y bien?
- Hoy le habló. -

Su rostro no pudo ocultar la sorpresa.

No sé si pensar que fue pronto, o que tardó demasiado.
- Pero eso no es todo, le habló más de una vez. -

Su expresión era evidente.

- Primero le dijo que lo extrañaba tanto como él a ella, que le hacía mucha falta y que le apenaba verlo de esa manera. Que no podía ignorarle por más tiempo y que lo amaba; pero que no podía volver a hablarle. Para él fue sorpresiva la situación. Confesó que se había rendido, pero ella -como pocas veces- dio el paso antes. -

Imaginé que sería diferente, me sorprende que no se rindiera antes. Bien, continúa.

- Luego le dijo que debían hablar otra vez, y pronto. Que había cosas inconclusas que debían aclarar. -

Deja que adivine. Él asintió. No puede controlar los deseos de verla, abrazarla o besarla. Luego de la emoción inicial cayó en cuenta de lo que había aceptado. Comenzó a entender que no todo podía ser bueno, y que su amor, por grande que sea, podría no salvarle.

Ahora se cuestiona lo que antes le convencía tan firmemente. Le atormenta lo que sucederá, y teme tener que cumplir su palabra.

Le duele profundamente saber que en el fondo puede que tenga razón. Saber que las cosas no serán como soñaba, y que por más que quiera seder, no podrá hacerlo.

La ama fuertemente, de eso no hay duda. 
- ¿Y ella a él?

Es una de las interrogantes que ni siquiera yo me atrevo a intentar responder.



Cap. Gado
F.G.20110108

viernes, 29 de julio de 2011

27

La pasada noche me visitaste.

Jamás pensé que te extrañaría de ésta manera. Irrisoria. Sin sentido. Quisiera que no te hubieras ido luego de aquel beso que me diste, luego de decirme lo mucho que me amas también.

La pasada noche me visitaste.

Y no fue sin anhelo, emoción o nerviosismo que me rendí a tus brazos. No recuerdo la melodía de tu voz que tanto me motiva a andar siempre. La quiero volver a oír.

La pasada noche me visitaste.

Lloré de amor mientras te veía venir, sonriendome calidamente como una canción. Como el sol de primavera a las flores que despiertan del frio invierno.

La pasada noche me visitaste... y fue maravilloso... hasta que tuve que despertar.

Secar mis ojos.
Tragar mi angustia.
Abrazar mi soledad.

... y seguir viviendo.


Cap. Gado
F.G. 20112907

lunes, 25 de julio de 2011

Evidencia

Hoy desperté por la mañana, y estaba solo. Casi evidente, verdad?

Bien, no era solamente que tú no estuvieras a mi lado ésta mañana. Estaba solo.

Podía oír la lluvia caer casi musicalmente, pero no tenía con quien compartirla. Pensé en muchas de las personas que conozco, y no encontré el candidato ideal hasta que pensé en ti. También era evidente, verdad?

Me pregunto ¿Tanto es mi anhelo por ti, que hasta en sueños te llamo? Desperté por mi propia voz. Sorprendido, esperanzado y desilusionado. No estabas ahí. Mi cama estaba fría por tu ausencia, y no podía compartir contigo la melodiosa lluvia que acariciaba mi ventana.

Pensé en quienes me piensan, y ya no más de lo que yo les pienso. Y eso es bueno. ¿Cómo no ha de serlo, si es parte de la vida el dejar de pensar en los otros, para comenzar a pensar en un nosotros?

Me lo pregunto, y me lo cuestiono a cada instante. ¿Existirá un nosotros?

La respuesta a esa pregunta, ya no es evidente para mi.

¿Lo es para ti?


Cap. Gado
F.G. 20112507